Vitrectomía.
¿Qué es la vitrectomía?
La vitrectomía es una técnica de microcirugía ocular que se utiliza para extraer el vítreo, es decir, el gel transparente que rellena la cavidad ocular.
Se trata de un procedimiento con más de 30 años de experiencia en su ejecución, y que ha permitido que muchos pacientes que hace años perdían irremediablemente la visión, puedan mantenerla o recuperarla a niveles muy satisfactorios.
¿En qué casos se realiza?
La técnica está indicada para curar enfermedades propias del vítreo pero, aun estando el vítreo en buenas condiciones, puede ser necesario extraerlo para trabajar directamente sobre la retina y tratar otras enfermedades que afecten a este tejido.
Así pues, hay varias patologías oculares que pueden requerir una vitrectomía:
- Retinopatía diabética
- Desprendimiento de retina
- Heridas oculares o traumatismos
- Agujeros maculares, degeneraciones maculares con neovasos u otras enfermedades de la mácula
- Problemas secundarios o inflamaciones del ojo
- Patologías relacionadas con la alta miopía
- Complicaciones después de operaciones de cataratas
- Complicaciones derivadas de la uveítis
Exámenes previos
Antes de la intervención se realiza un examen ocular detallado, y con frecuencia, una ecografía que muestra el estado de los tejidos oculares.
También se pueden sumar otras pruebas, como son:
- Tomografía de Coherencia Óptica Retiniana (OCT): escáner que se utiliza para captar imágenes de las diferentes capas de la retina en alta definición
- Angiografía fluoresceínica: prueba de contraste para ver posibles pérdidas de fluido o daños en vasos sanguíneos de la retina
- Test electrofisiológico: prueba que registra la estimulación eléctrica del ojo para detectar problemas en la retina y en toda la vía óptica hasta la corteza cerebral
Durante la intervención
El cirujano realiza tres pequeñas microincisiones (menos de 1 mm) en la esclera o pared externa del globo ocular, a través de las cuales se accede a la cavidad vítrea y se introducen delicados instrumentos para practicar la intervención: una luz de fibra óptica que ilumina la retina, una cánula de irrigación que mantiene la presión intraocular y un vitrector que corta y extrae el vítreo, además de utilizarse tijeras, pinzas… seleccionadas para cada caso.
Durante la cirugía, en algunos pacientes se inyecta gas en la cavidad ocular, que favorece el proceso de reparación de la retina y que se va absorbiendo progresivamente. En otras ocasiones, en lugar de gas se usa aceite de silicona, que no desaparece naturalmente y que puede tener que extraerse en una segunda operación, pasados unos meses, siempre y cuando el oftalmólogo lo aconseje.
La vitrectomía se lleva a cabo con anestesia local y dura entre una y dos horas, dependiendo de la patología. A veces se combina con otros procedimientos paralelos, como la cirugía de catarata o el trasplante de córnea, si también se requiere actuar sobre otros tejidos.
Después de la intervención
Normalmente se retira el parche oclusivo del ojo al día siguiente. Es posible que el paciente note molestias leves tras la operación, como sensación de cuerpo extraño o roce al parpadear, ojo rojo e hinchazón palpebral.
En general, puede hacer vida normal sin restricciones importantes, aunque la primera semana se recomienda evitar movimientos bruscos con la cabeza y se desaconseja realizar ejercicio físico intenso.
Debe tenerse en cuenta que la recuperación no es inmediata y que los primeros resultados se aprecian tras varias semanas o meses. En los casos en los que se inyecta gas o aceite de silicona, la presencia de estas sustancias provoca mala visión, que va mejorando gradualmente.
Riesgos
Los riesgos de una vitrectomía son menores que los beneficios que se esperan para mejorar la visión después de la intervención.
Algunos de los posibles riesgos son sangrado postoperatorio, desprendimiento de retina, aumento de la presión ocular en el postoperatorio, catarata o infección.